Mis nuevos "compañeros" de trabajo viven bajo la ley de la selva, solo el fuerte sobrevive, están desmotivados y tienen muchos problemas personales, canalizan todo sus esfuerzos en destruir todo lo que los protege, y sobretodo en destruirse a ellos mismos.
Son 10 horas del día de constante lucha, muy agotador por cierto, pero esto me ha llevado a comprender un poco más al mundo y la gran resignación que tienen. He comenzado a valorar lo bueno, a disfrutarlo más, a creer y vivir en la anarkia, único motor que tengo.
Comprendí que la hipocresía no pertenece a mi vida, y nunca la aceptaré como un medio de protocolo, no dejaré que la tristeza me invade, y claudicar no es una opción.
El tiempo pasa, no perdona, y la gente muere tratando de vivir en un reflejo impuesto por el engaño social, está vida es un juego sin sentido el cual no voy a participar, está decidido soy yo y únicamente yo el creador de mi destino...
CREO EN LA ANARKIA!!
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